martes, 5 de junio de 2018

ARTÍCULO FINAL SOBRE LA DIDÁCTICA DE LA LENGUA CASTELLANA


Introducción

Este segundo viaje repleto de contenidos, igual de fantásticos y maravillosos que en el primero, aunque más profundos que los anteriores, nos han permitido alejarnos algo más de la orilla del aprendizaje, para irnos adentrándonos en sus profundidades, con sus peligros y sus experiencias inolvidables.

Igual que pasara en el primer viaje, hemos hecho un total de 5 paradas, en cada uno de los 5 puertos, correspondientes a los cinco bloques a trabajar.

En el primer destino de este segundo viaje, denominado Lenguaje, lengua y comunicación oral, tuve la oportunidad de trabajar con contenidos, ya bastantes familiares, y poder así ampliar mis conocimientos acerca de ellos.

Empezamos este primer viaje deteniéndonos en la definición de lenguaje que sería la siguiente facultad, acaso innata, del ser humano; como el medio de comunicación que le es propio. Pero también se puede concebir el lenguaje como un medio para organizar y reducir el entorno: es decir, que nos posibilita dar nombre a nuestras percepciones y someterlas a diversos grados de abstracción por medio de adjetivos y adverbios. Por medio de él, la ilimitada variedad de percepciones se ve reducida a un número limitado de objetos y fenómeno.

Como ya conocíamos, pero que nunca está de más recalcar, el pensamiento y el lenguaje están relacionados, por lo que el desarrollo del lenguaje, influye de manera directa, en el desarrollo del razonamiento y de la cognición.

Ejemplo de ello es que la estructuración del pensamiento del ser humano se realiza a través del lenguaje, provocando que la capacidad de comprender y de expresarse sea el mejor y más eficaz instrumento de aprendizaje.

Un concepto que no tenía tan trabajado, o al menos no tan integrado, es el de competencia comunicativa, que es la capacidad de una persona para comportarse de manera eficaz y adecuada en una determinada comunidad de habla; ello implica respetar un conjunto de reglas que incluye tanto las de la gramática y los otros niveles de la descripción lingüística (léxico fonética, semántica) como las reglas de uso de la lengua, relacionadas con el contexto sociohistórico y cultural en el que tiene lugar la comunicación. 

Como aparece recogido en los apuntes, según D. Hymes, la competencia comunicativa se relaciona con saber «cuándo hablar, cuándo no, y de qué hablar, con quién, cuándo, dónde, en qué forma»; es decir, se trata de la capacidad de formar enunciados que no solo sean lingüísticamente correctos sino también socialmente apropiados.  

Esta parada, me ha permitido también reforzar los conocimientos previos acerca de la adquisición y desarrollo del lenguaje, teniendo en cuenta que es necesario disponer de unas estructuras biológicas, psicológicas y ambientales, que permitan la consolidación de las estructuras lingüísticas, que propicien dicha adquisición y desarrollo.
En cuanto a la expresión oral, quizá mis conocimientos previos eran más generales, y tras esta parada he podido incorporar conocimientos más específicos en cuanto a la expresión oral de los niños, que no deja de ser, al fin y al cabo, la base de la expresión oral adulta.

Como he aprendido, los niños han de ser conscientes de que, cuando se comunican en voz alta, son escuchados por otros. Al hablar a los compañeros, deben hacerse entender de la forma más clara que permita su nivel de desarrollo.

Para conseguir que el niño alcance un buen nivel de desarrollo de la expresión oral es imprescindible que el aula se convierta en un contexto estimulante y motivador, donde el respeto sea absoluto, tanto entre los estudiantes como entre adultos y niños, donde todos se sientan libres para equivocarse entendiendo que, tanto en el aprendizaje de una segunda lengua como en el desarrollo de la lengua materna, el error debe entenderse como una oportunidad para aprender y mejorar.

Además, para lograr una expresión oral eficaz hay que tener en cuenta factores como:


  • La correcta articulación de las palabras 
  • La pronunciación
  • La respiración adecuada
  • La disminución del ruido
  • El lenguaje corporal, la postura, los gestos, la expresión facial   
  • El volumen de la voz
  • La duración de las frases
  • La fluidez de las palabras
  • La duración de las pausas
  • La velocidad
  • El ritmo
  • La intención comunicativa
  • Los errores lingüísticos y las incorrecciones gramaticales
  • El uso correcto y oportuno del idioma
  • La documentación sobre el tema a tratar
  • Etcétera.


En lo referente a la comprensión oral he profundizado mi conocimiento acerca de la deficinición de Escuchar, que consiste en la capacidad de captar, atender e interpretar la totalidad del mensaje del interlocutor a través de la comunicación verbal, el tono de la voz y el lenguaje corporal. Escuchar es deducir, comprender y dar sentido a lo que se oye. Escuchando añadimos significado al sonido.

Antes lo concecbía únicamente como la capacidad de captar e interpretrar un mensaje.

Aquí nos encontramos con un gran problema de aula, y es que, la comprensión oral apenas se trabaja en el aula.

Pero dicho destino, nos ha dado la posibilidad de conocer diferentes estrategias, actividadades y recomendaciones, para así poder fomentarlo en el aula.

Algunas estrategias serían las siguientes:

  • Crear un contexto lingüístico estimulante y motivador en todos los aspectos. 
  • Hablarle sin provocar respuestas estándar. 
  • Repetirle correctamente el mensaje sin corregirle
  • No llamarle la atención en el grupo sobre su posible retraso o trastorno
  • Formar un clima de confianza. 
  • Proporcionarle situaciones de diálogo. 
  • Buscar estímulos interesantes. 
  • Hacer preguntas breves que permitan respuestas largas. 
  • Diversificar los temas de conversación. 
  • Respetar el turno de palabra o la expresión espontánea del grupo. 
  • Adiestrar al niño en el uso de la lengua oral con todo tipo de intercambios verbales y en todo momento, sea cual sea el área de trabajo. 
  • Crear múltiples situaciones comunicativas: individual con el maestro, en pequeños grupos, con toda la clase... 
  •   Mediar ante el niño para que pase de un comportamiento lingüístico espontáneo al comportamiento lingüístico "cultura.

En el segundo destino de este viaje, denominado Comunicación escrita: la lectura, he podido incorporar a mi bagaje de aprendizaje nuevos conocimientos, o reforzar los conocimientos ya adquiridos.

Por ejemplo, la idea de que la base de la lectura y la escritura es el lenguaje hablado, y que por ello los niños que tienen mayor facilidad para comunicarse, más vocabulario y fluidez, son los primeros que empiezan a leer.

La lengua escrita, abarca tanto la lectura, como la escritura, pero en este destino, solo pudimos aprender, aunque no poco, sobre la lectura.

Como he podido aprender tras la visita a dicho destino,  La competencia lectora debe ser conocida y entendida por maestros y profesores de todas las áreas; deben trabajarse y desarrollarse todas las micro-habilidades y micro-capacidades que la componen; debe evaluarse de forma adecuada; y debe basarse en motivaciones reales que van de la funcionalidad al disfrute pasando por la necesidad inmediata de entender el enunciado de una actividad o aprobar un examen.

Dicho conocimiento no es del todo nuevo en mi bagaje, sino que lo quiero resaltar, porque a pesar de tener tan claro que hay que trabajarlo, e incluso cómo trabajarlo, no se está realizando de manera correcta en las aulas .

Hay que concebir la lectura cmo una herramienta que nos permite conocer datos, formar el pensamiento y la opinión, recabar informaciones, despejar dudas, desarrollar actitudes críticas, seguir instrucciones, conseguir aprendizajes autónomos, disfrutar de mundos y situaciones insospechadas, compartir opiniones y sentimientos, crear e imaginar...

Quizás el término que más nuevo me resultó en este destino, o al menos así nombrado, fue el de lectura comprensiva ideovisual, que quiere decir, que la lectura va de la percepción visual de los signos a la atribución directa del significado, sin pasar por el circuito oral, sino solo cuando sea necesario.

El acto lector utiliza, a partir de la percepción del signo visual, los procesos de comprensión, atención y memoria, las tres actividades principales de la mente.  

No me voy a detener mucho en la explicación de cada uno de los tres procesos, que intervienen en el acto lector, porque lo relativo a dichos conocimientos, ya lo tengo bastante incorporado, que nunca suficiente, a mi bagaje previo.

En la lectura ideovisual, todo el trabajo cognitivo se dedica a la comprensión del texto; en la lectura descifradora o descodificadora, la mayor parte del trabajo cognitivo se dedica a recordar qué sonido corresponde a tal grafema, con lo cual la mente no puede, o al menos le resulta más difícil, ocuparse de los significados, haciendo de la primera la lectura más eficaz.

Este destino posibilita también la oportunidad de incorporar conocimientos relativos a los diferentes métodos de aprendizaje de la lectura, que al igual que ocurriera anteriormente, no me voy a detener en ellos, por tenerlos bastante trabajados previamente.

A parte, dicho destino nos brinda nuevamente, actividades y estrategias, para trabajar en las aulas de primaria la lectura oral.

La lectura silenciosa, es otro de los conceptos, ya trabajados en mi experiencia. 

Tras la visita a este destino, he considerado oportuno recalcar, sin detenerme demasiado, los procesos implicados en dicha lectura. Los procesos son los siguientes:

  • Procesos perceptivos
  • Procesos léxicos
  • Procesos sintácticos
  • Procesos semánticos

En el tercer destino de este viaje, denominado Comunicación escrita: la escritura, colindante con el destino anterior, he podido aprender conceptos, e ideas nuevas, así como reforzar las anteriores, acerca, de lo que en el destino anterior nos dejamos sin ver, es decir, la escritura.

La escritura se puede definir como el proceso por el que se pasa de la posesión interna de un concepto, idea o pensamiento a la transformación de ese concepto, idea o pensamiento mediante una codificación de símbolos gráficos, con intención comunicativa.

Los procesos generales en la escritura son la codificación de palabras o el proceso para producir palabras y la composición escrita o el proceso de creación de textos con una finalidad comunicativa.

La grafomotricidad se puede definir como el control motor asociado a la grafía, que implica direccionalidad, tono muscular, coordinación visomotora y ubicación espacial. Se trata de un aprendizaje lento y complejo que debe iniciarse en edades tempranas.

La madurez grafomotriz es el resultado de lentas y progresivas adquisiciones en el plano motor, cognitivo, afectivo y social.

En la escritura, además de la pura actividad grafomotora, intervienen otras habilidades tales como: 

  • Percepción – discriminación visual
  • Correcta integración viso-auditiva
  • Desarrollo de las estructuras temporales
  • Memoria auditiva y visual
  • Lateralidad correcta
  • Direccionalidad izquierda- derecha

El aprendizaje de la escritura, está compuesto por dos adquisiciones fundamentales:

  • Adquisición de la forma de las letras
  • Adquisición de la trayectoria de la escritura

Nos encontramos con factores que influyen en el aprendizaje y desarrollo de la motricidad gráfica como son:

  • Factores físico-fisiológicos
  • Factores psíquico-cognitivos
  • Factores socioculturales

En todo lo comentado en este destino, no me he detenido tanto como lo he podido hacer en los destinos anteriores, ya que los conocimientos que he me ido encontrando en dicho destino, los tenía bastantes trabajados de otras asignaturas.

Al igual que el destino anterior, nos posibilitaba la incorporación de los aprendizajes relativos a los diferentes métodos para el aprendizaje de la lectura, este destino, nos posibilita la incorporación de los conocimientos relativos a los métodos para el aprendizaje de la escritura, que al igual que ocurriera con los anteriores, ya los he trabajado previamente, por lo que no me detengo en ellos.

Donde sí me voy a detener, aunque sea para recalcar, y no porque sean conocimientos nuevos, es en los aspectos que influyen en el desarrollo de la grafomotricidad y la caligrafía, que son los siguientes:

  • Postura y hábitos
  • Movimiento gráfico
  • Presión
  • Velocidad
  • Ritmo

Quizás los conocimientos más nuevos, que me ha proporcionado dicho destino sean los siguientes:
La única forma de mejorar nuestro trazado es copiando y repitiendo grafías, palabras y frases. Ese trabajo mecánico y, en ocasiones aburrido, tiene como objetivo liberar el trazado y dominar la direccionalidad, además de organizar adecuadamente el escrito en la pauta, la cuadrícula o la línea recta.

Todos los estudios demuestran que lo que retrasa la escritura del niño es su desarrollo grafomotriz. Son capaces de reconocer las grafías rápidamente, pero aprender a trazarlas les lleva semanas de entrenamiento. Puede alternarse el trabajo grafomotriz con un trabajo enfocado a la escritura funcional utilizando tabletas y ordenadores.

En el cuarto destino de este viaje, denominado El sistema de la lengua: ortografía y semántica, hemos aprendido conocimientos nuevos, y hemos reforzados algunos previos.

La ortografía puede definirse como el conjunto de normas que rigen la representación escrita, el código gráfico de la lengua.

Este destino me ha permitido darme cuenta del error existente en las aulas, tras seguirse trabajando en estas la ortografía a través de la metodología tradicional, basada en la memorización de reglas y excepciones, que no han dado nada más que resultados inoperantes.

Por lo contrario, la lectura y la escritura reflexivas y analíticas son las verdaderas bases de una buena formación ortográfica.

La imposibilidad de regularizar la variedad ortográfica evitando excepciones hace que éstas deban memorizarse y solo se integrarán con su uso continuado.

El aprendizaje memorístico de las normas no implica el correcto uso en la escritura. Aceptar y memorizar la norma no es difícil, pero llegar a la aplicación es muy complicado. Requiere tiempo y, sobre todo, el uso funcional y significativo del aprendizaje aplicado a la lectura analítica y a la escritura reflexiva.

Nuestra ortografía, por lo tanto, se fundamenta en la ruta visual (globalidad de la palabra) para la codificación y la descodificación. Sólo en los casos en que no conocemos la palabra, usamos la ruta fonológica (partes de la palabra) y nuestros conocimientos sobre las normativas ortográficas.

Desde que el niño tiene su primer contacto con los textos escritos, debe ver, leer y escribir las palabras correctamente. No se puede postergar esta tarea “hasta que tenga que estudiar la ortografía” porque si se acostumbra a ver palabras mal escritas, la memoria ortográfica aceptará cualquier modelo, correcto o erróneo de la palabra.

Esto último, quizá sea uno de los errores que he tenido que corregir con respecto a mi bagaje previo, ya que pensé que no era necesario corregir los errores desde que son pequeños.

Las bases fundamentales para trabajar la ortografía son:
  •  Atención
  • Memoria visual
  • Uso funcional de la escritura
  • MOTIVACIÓN

Por ello, la pedagogía actual aboga por un modelo que incluya elementos emocionales, funcionalidad, significatividad, construcción del aprendizaje y unos objetivos claros que fundamenten cualquier tipo de tarea.

A la hora de plantear actividades para trabajar la ortografía es necesario tener en cuenta el siguiente proceso de trabajo:

  • Preparación
  • Puesta en práctica
  • Evaluación

Este destino, nos ha proporcionado también al igual que los anteriores, diferentes recursos, materiales didácticos y estrategias para la interiorización de la ortografía.

En cuanto la semántica, a lo largo de todas las etapas educativas, los estudiantes deberán ser capaces de entender, interpretar y dar sentido a diferentes mensajes tanto verbales como no verbales.

A lo largo de la etapa los niños profundizarán no solo en el aprendizaje de nuevas palabras sino también en el conocimiento de categorías y campos semánticos, sinónimos y antónimos, familias léxicas, construcción de palabras por composición y derivación, abreviaturas, siglas, etc.

La semántica, se refiere al estudio del significado y la interpretación de los signos lingüísticos.

Quizás, algo de lo más importante a tener en cuenta de este destino, es lo referente a la labor del maestro, destinada a afianzar los conocimientos semánticos, fomentar la aparición de nuevas palabras en la conversación cotidiana en el aula, ayudarles a aprehender el significado de los términos nuevos que aparecen en los textos trabajados y hacer del trabajo con el diccionario un juego más, ameno y significativo.

El proceso de desarrollo del lexicón se concibe como un proceso continuo y simultáneo de comprensión semántica de una palabra y elaboración de sus relaciones semánticas con otras piezas léxicas en la estructura compleja del lexicón mental.

De nuevo, igual que hiciera con la ortografía, el destino nos aporta actividades y recursos para trabajar la semántica en el aula, evitando la metodología tradicional.

En el quinto, y último destino de este segundo viaje, denominado El sistema de la lengua: morfología y sintaxis, hemos podido aprender conocimientos relativos a la morfosintaxis, así como afianzar los conocimientos previos.

Entendemos por morfosintaxis, el conjunto de elementos y reglas que permiten construir oraciones con sentido y carentes de ambigüedad mediante el marcaje de relaciones gramaticales, concordancias, indexaciones y estructura jerárquica de constituyentes sintácticos.

La morfosintaxis, como podemos deducir casi de su nombre, está compuesta por la morfología y la sintaxis, que se analizan por separado, pero en realidad son dos unidades indesligables.

Los niños han de ir aprendiendo, paulatinamente, los nombres y las características de las diferentes clases de palabras y las funciones principales que éstas desempeñan en el contexto de una oración, pero siempre de forma reflexiva.

La enseñanza de la gramática debe enseñarse a través de un aprendizaje en pro de la reflexión y del análisis sobre el propio uso de la lengua, suprimiendo con ello la memorización y el aprendizaje mecánico.

Uno de los elementos que más nuevos me han resultado de este último destino han sido las características que deben tener las actividades que se utilicen en el aula para trabajar la morfosintaxis, que son las siguientes:

  • El objetivo de las actividades de concienciación gramatical es hacer reflexionar a los alumnos/as sobre determinados fenómenos gramaticales en sí mismos.
  • Se dirigen a provocar el análisis y la comprensión de las propiedades formales y funcionales de esos fenómenos de manera descontextualizada.
  •  Las actividades de concienciación gramatical presentan los fenómenos gramaticales de manera que permitan a los alumnos/as construir, a través de un proceso de descubrimiento progresivo, una representación mental o regla de los mismos.
  • Se fundamentan en búsqueda, clasificación, subrayado, rellenado de huecos, corrección de errores, elección de la opción correcta, orden secuenciado de elementos, explicación de semejanzas y diferencias, etc.

Al igual que en todas las paradas anteriores, este último destino también nos ha brindado la oportunidad de conocer actividades, recursos y estrategias para trabajar en el aula, los contenidos relativos a la morfosintaxis.

Conclusión

A lo largo de las diferentes paradas he podido ir adquiriendo tanto conocimientos básicos, como actividades, recursos y estrategias. Desde mi punto de vista, considero que quizás me han resultado mucho más útiles los segundos, ya que creo que la teoría se conoce bien, pero no tanto las nuevas prácticas, ya que se siguen utilizando en el aula, las antiguas, sin beneficio ninguno para el alumnado, que no encuentra más que trabas y dificultades, creyéndose con eso, en muchas ocasiones, incompetente, o mejor dicho, haciéndole creer incompetente, cuando el problema, no radica en ellos, sino en el profesorado, o al menos, en sus estrategias anticuadas.

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